Si bien en el pasado todavía predominaba el reciclaje de productos plásticos, la forma de reciclaje en la que el plástico reutilizado se utiliza para el mismo uso o para uno comparable está adquiriendo cada vez más importancia. Esto a su vez implica un considerable esfuerzo técnico adicional en la separación y clasificación de los artículos entregados a la planta de reciclaje durante todo el proceso de reciclaje. Después de separar la mayor cantidad posible de materiales no plásticos, por ejemplo mediante separadores metálicos y separación por viento, actualmente la clasificación se realiza principalmente por color (sistemas de clasificación por color) y tipo de plástico (cámaras NIR). A pesar de la clasificación previa, en la que se controlan principalmente los artículos enteros, así como de la clasificación posterior (tras la trituración de los artículos de plástico y el posterior lavado) de las partículas de plástico conocidas como escamas, no es posible alcanzar una pureza del 100%. También se deben esperar ciertas variaciones de color. Para poder utilizar sin restricciones los productos reciclados así producidos, es necesario comprobar su pureza antes del siguiente paso de procesamiento, a más tardar inmediatamente antes de la extrusión. Normalmente, esto podría hacerse mediante un sistema de medición equipado con sensores adecuados.